Noviembre de especiales.
The Rolling Stones, Parte I.
Por Queen Elizabeth, para Michoacán
Rock Radio.
Cuando
nací ya existían. Mi padre los ponía en un tocadiscos que pertenecía a su
hermana mayor, la tía Berenice, sonando “Do you thing I`m Really care”.
En
casa, mi papá era el único que escuchaba rock, o al menos eso creìan. En el
fondo, mientras jugaba con un microscopio, seguramente un perro y sus cosas
para armar, una niña también aspiraba a abrir sus oídos a ese mundo en el cual
sin querer se sumergiría años más tarde.
Los
Rolling Stones en primer lugar tienen la particular característica de la
longevidad. Imaginen que desde el año del 64 iniciaron una gira por Estados
Unidos, la primera y que en 1997 dieron una a todo el mundo que incluyó la presentación
de un disco con una extraordinaria calidad musical que les ha permitido
convertirse en ya todo un mito. Hijos de Muddy Waters, al igual que The cream y
Led Zepellin, quién a sus 68 años, hizo arder un escenario con su guitarra,
entonces con ese tipo de inspiración musical, quién no sigue adelante.
¿La
banda más poderosa del mundo?, por supuesto, pero no de a gratis. Los Stones no
tienen un espectáculo, son el espectáculo. Irónico que desde la década de los
setentas, los medios hubiesen anunciado las giras de esta banda como las
últimas. Es que esta no es una banda que actúa porque necesite dinero, entonces
¿a qué se debe la persistencia?, mejor dicho, la exitosa perseverancia. Algunos
señalan que la causa es el ego, aunque no para todos los miembros de la
banda, para Micky, sin duda, para el
resto, de ninguna manera.
No es
la única banda con una trayectoria larga, pero sí es una que ha permanecido al
frente, no en las trincheras. Con fuertes influencias de Waters, Bo Didley,
Robert Johnson y el rock and roll del propio Chuck Berry, son adorados como
casi dioses que engalanan con su sonido, por donde lo escuches o veas, bien
actual.
Sus
majestades satánicas, cómo, cuándo y por qué? Bien, no es sencillo observar el
momento exacto entre la rivalidad de los Rolling Stones y los Beatles, incluso
si de verdad hubo tal, además definir el oportuno suceso que permitió darles
sus tan afamado apodo, gracias a su disco. Si bien es cierto que los primeros
eran catalogados como todo lo contrario del cuarteto de Liverpool, también es
innegable la colaboración entre ambos para algunas producciones que en su
momento fueron importantes, como “I want a be your men”, de Lennon y Mc
Cartney, que también interpretaron los Beatles pero que fueran los Stones
quiénes llevarían a la cima. De hecho
los Beatles eran de sus primeros fans cuando los Stones eran todavía una banda
de bar. A todo esto, en 1967 Lennon y McCartney volverían a colaborar prestando
sus voces para “We love you”.
Sin
embargo, tuvieron sus pequeños conflictos: Los Beatles eran inevitablemente el
gran referente de la música, y los Rolling Stones trataban de sobrevivir a
duras penas a las sequías creativas, los problemas de drogas, con la policía y
las luchas internas. En medio de todo eso, comienza la incursión de los Stones
en el rock psicodélico. Tomando el “Sgt. Pepper’s lonely hearts club band” de
Los Beatles como un referente al que planeaban “contrarrestar” en su hegemonía,
los Rolling Stones lanzan su “Their Satanic Majesties Requests”.

El disco
no tuvo tanto éxito, pero les dejó el
apodo hasta la fecha. No pegó porque contenía sonidos bien ajenos a los que los
fans estaban acostumbrados, encima de eso, la portada era como un refrito del disco
de los Beatles. Hasta los mismos Lennon y McCartney los acusaron de poco
creativos e imitadores.
Entonces,
Andrew Loog Oldham,su manejador les
sugirió buscar su identidad y ellos se esforzaron deliberadamente por marcar
una diferencia con el cuarteto de Liverpool. Así que fueron escalando lugares y
colocándose como “chicos malos”, la música que los padres no querían que sus hijos escucharan. Referencias al diablo, escandalosa
manera de vestirse un amplio sentido sexual en sus letras, convertirse en mujeres
en el escenario, besos entre ellos, drogas y cárcel por los excesos, todo esto
hizo que la banda que fuera censurada por muchos al cuestionar su moralidad.
Los
Stones son también la rebeldía pura, esa que no se ha terminado, quizá se ha
suavizado, pero nunca domesticado. Esto es una maravilla, porque no hay
necesidad de actuar algo que no eras o dar una imagen que no corresponde a tu
forma de ser, te permites ser natural.
Capaces
de introducirnos en el clímax, la catarsis y el poder del amor, sus Majestades
Satánicas, personifican el poder
amplificado de la música, triunfadores del mundo del rock, capaces de hacer
magia al primer rasgueo de la guitarra, hacedores de maravillas, muy al estilo
Rey Midas.
Por
eso es que no puedo imaginar a este mundo sin ellos, seguramente este
particular sentimiento a la banda cambie cuando ya no estén o quizá ya no esté
yo. Pero sin oportunidad de someterlo a
juicio, estos viejos dioses, han sido y seguirán siendo, el principio colectivo
del rock: la rebeldía y la falta de obediencia para llevar a cabo lo que está
permitido, de tal forma que a través de ellos el grito unísono de libertad y justicia se deja escuchar.
Los
viejos dioses nunca mueren…
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